lunes, 21 de septiembre de 2009

EL FIN






Jessica tiene una amiga, que se manifiesta vampiro como ella. Entenderan, mis lectores, este rodeo del lenguaje que debo hacer para hablar de ellos. "Dice ser" "entiende que es". Es muy díficil para alguien ateo y marxista como yo, comenzar a pensar en estos temas desde una perspectiva no novelesca.
Agustina no es como Jessica. Es mas inexpresiva, auque no lo suficiente como para cubrir mi imaginario de vampiro asesino y despiadado. Su mamá cree que su hija pertenece a una secta y se ha propuesto controlarla desde el amanecer hasta su descanso nocturno. Agustina no podrá entonces "alimentarse". Como no podrá sobrevivir sin sangre, morirá (?!)

Nadie puede regresar del vampirismo. Porque es una "evolución". Me explican. Eligieron ser vampiros. Ya no hay retorno. Lilith en sueños le ha preguntado una y otra vez si estaba segura.
Y lo estaba. ¿Cómo es posible -pienso- estar segura de algo a los quince años?

Agustina, arrepentida, triste, se dejará morir.
Y sucede algo mágico. Auque no creo en nada de lo que escucho, en nada de lo que veo, comienzo a sentir que su dolor es verdad.
Tal vez este vampirismo es un tipo de anorexia extrema. O un extremo del New Age. Pero es el comienzo de una locura colectiva, que comienzo a creer que es real.

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